Para esta campña se escogió la violencia machista en el deporte como eje de comunicación. En esta propuesta de campaña, desarrollada bajo el eslogan deportividad, se quiere poner en evidencia la forma en la que el sexismo pervierte el propio concepto.

En cualquier disciplina deportiva siempre se hace énfasis en la deportividad; el respeto a compañeros y rivales, la buena actitud y el juego limpio. Sin embargo, en esta campaña la palabra deportividad luce rasgada, dañada, maltratada. La deportividad es algo que las mujeres no reciben en el deporte ya que se ven sometidas a desigualdades y vejaciones por parte de aficionados y de sus propios compañeros y superiores.

Rodeando esta palabra aparecen, en letra pequeña, varios de los tipos de violencia machista que las mujeres sufren en el deporte.